Lamo tus colmillos fríos,
si la caperuza quiebras
en tus dedos, que son cebras,
boas, redes, mallas, ríos.
Y en tus manos, dos navíos
añoro, pero hoy despido
tu amor mil veces prohibido
y te lloro y te dibujo
entre sombras del embrujo
de un bosque aún encendido.
Mimí Mitsou